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| Edificio Alexandria, en Napa Valley | 
El terremoto del domingo, aunque 
fuerte, no fue el “Big One” que los californianos esperan que ocurra en 
esas latitudes. Por supuesto no con ansias, pero California se prepara 
para un temblor de gran magnitud. La falla de San Andrés, que abarca 
casi todo el estado de California, es uno de los centros sísmicos más 
estudiados en Estados Unidos; su actividad es observada constantemente.
El temblor ocurrido en Napa sacudió
 la zona norte de la falla. Hace 25 años un fuerte sismo se registró en 
la misma zona, con epicentro en Loma Prieta. Ninguno de los dos fue el 
“Big One” que los californianos pronostican. El sismo del fin de semana,
 además, se registró dentro del sistema de la falla de San Andrés, pero 
no propiamente sobre ella. ¿Puede entonces que el sismo de Napa precede 
al “Big One”? ¿Es el “Big One” algo real? ¿Ocurrirá alguna vez?
Estudios geológicos de los últimos 
1,400 años han determinado que en la falla de San Andrés ocurre un gran 
sismo o “Big One” cada 150 años. Entonces, aunque parezca supersticioso,
 la creencia tiene base científica. "Grandes placas generan grandes 
sismos", afirma Charles Walker, director del Instituto Hemisférico para 
las Américas de la Universidad de California en Davies, así que no es de
 extrañar que cada cierto tiempo una gran sacudida se presente en esta 
zona donde convergen las placas del Pacífico y la Norteamericana.
El último “Big One”, registrado al 
sur de la falla, ocurrió en 1857, de acuerdo con el Servicio Geológico 
de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), por lo que un gran 
terremoto se espera en las próximas décadas. El de 1957,  llamado el 
terremoto de Fuerte Tejon, afectó Sacramento y Los Ángeles.
San Francisco tiene un tiempo más 
antes de una gran sacudida, ya que el último terremoto en esta área 
ocurrió en 1906. Eso le da unos 40 años más a los residentes de la bahía
 antes del “Big One”, según estos estudios. El sismo de 1906 fue de 
magnitud 7.8 y dejó un salto de 3,000 muertos.
Pero el terremoto de Napa de 
magnitud 6.0 fue para los geofísicos bastante pequeño en si se compara 
con otros grandes terremotos en California, y tampoco indica que algún 
gran movimiento vaya a ocurrir en un futuro cercano.
"Estamos esperando que ocurra un 
sismo de alrededor de 6.5 de magnitud en el área de Hayward de la falla.
 Esto lo estimamos por la recurrencia de los grandes terremotos en el 
tiempo", explica el geofísico Ole Kaven de USGS de Menlo Park. Pero en 
cuanto al evento del domingo, Kaven dice que más bien era curioso que un
 movimiento como este no hubiese ocurrido antes, pues se repiten cada 20
 años aproximadamente y el último fue en 1989.
La inminencia de una sacudida 
fuerte es real, sobretodo por la naturaleza de la falla de San Andrés. 
Es tan relevante que en 2002 el USGS y la Fundación Nacional de la 
Ciencias de Estados Unidos iniciaron un proyecto llamado Observatorio a 
Profundidad de la Falla de San Andrés (SAFOD, por sus siglas en inglés).
 Este consiste en una perforación paralela a la falla para medir 
directamente su actividad, hasta los más pequeños movimientos. El área 
de Parkfield de la falla es la zona sísmica más monitoreada del mundo.
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| Un trabajador aprecia los desperfectos en el asfalto( Napa, Peru ) | 
Placas vinculadas
Walker explicó que los terremotos 
que azotaron Chile (el sábado, con una magnitud de 6.4) y Perú (el 
domingo, con una magnitud de 6.6) están vinculados porque ambos países 
descansan sobre la misma placa tectónica, la de Nazca. Y el terremoto 
del norte de California (la madrugada del domingo, de magnitud 6.0) “es 
un campo que los expertos todavía no entienden mucho”.
Agregó que “hay quienes están estudiando los vínculos entre las placas” y que a la ciencia todavía “le queda por conocer”.
“Las placas de Nazca y sobre la que
 descansa California son gigantescas”, dijo, y por ser enormes se pueden
 esperar grandes sismos, como el registrado en San Francisco en 1906.
Recordó que el “el mayor terremoto 
registrado en la historia fue en el sur de Chile, en Valdivia en 1960, 
de magnitud 9.5, todavía mayor que el de San Francisco”.
“Pero no se pueden pronosticar”, 
advirtió. “No sabemos cuándo habrá un gran terremoto. Tenemos tecnología
 que nos avisa segundos antes, como sucedió el domingo aquí en 
California, pero nadie puede pronosticar el 'Big One', el gran 
terremoto”, apuntó.
“Lo único que sí podemos decirle a 
la gente es que esté preparada, que piense donde coloca las botellas (en
 el caso de los vinos de Napa), que tenga rutas de escape, que sepa 
dónde encontrará agua en caso se corten los suministros, y en lugares 
seguros para proteger las vidas”, concluyó.
Dewey Lucero tiene su propia tienda de aceites de oliva, con diferentes sabores, maceraciones y variedades de aceituna. Todos se hacen en California. Abrió la tienda en octubre, augurando un próximo boom, similar al del vino. Pide que no se entre al comercio, todo resbala. “Ya hay bastante trabajo en los hospitales”. Estima que se han roto más de 500 botellas. El precio de mercado ronda los 20 dólares por unidad.
Extractos: Univision.com / elpais.com


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